¡Hola!
Escribí esta carta con algunas reflexiones que son muy importantes para mi, quiero compartirla contigo, espero te sirvan. Si te gusta alguna frase o idea me ayudarías mucho recomendándome. ¡Muchas gracias!
Dicen que las palabras tienen el poder de transformar una vida, de conducirte con el poder de la conversación a un maravilloso destino, quizá esta sea una de las principales razones por las cuáles me gusta de conversar. Me refiero al estricto sentido de disfrutar de la conversación, de hacer ese equilibrio perfecto entre dos o más personas que hablan. Desde que tengo memoria, me ha parecido fascinante la habilidad que todos podemos llegar a desarrollar para comunicarnos y expresar nuestras ideas, defenderlas, reflexionar o bien, cambiar de postura.
En contexto, tal vez esto sea una de las principales razones por las cuáles he decidido iniciar esta nueva aventura, mantener un diálogo congruente y honesto conmigo y los demás.
Durante estos últimos años he decido conocerme a detalle, descubrir que es lo que realmente me gusta, entender mi mente, dejar fluir los pensamientos buenos y malos, controlarlos y después tomar decisiones. Desde luego, que en el camino he perdido un poco la paciencia y he querido botar la toalla, pero regreso, estoy determinado a disfrutar de esta gran oportunidad de vivir y llevarme la satisfacción de hacer todo para disfrutar de esta gran experiencia.
Soy testigo de qué cuando inicias un poder de transformación en tu vida genuino y honesto contigo, hay leyes naturales que te ayudan con experiencias, personas, momentos, para que continúes este aprendizaje.
En este proceso, he decidido despojarme de algunas cargas, este desarrollo personal, para nada ha sido fácil, pero nunca imposible. Me regale la palabra NO, el hacer únicamente lo que estoy de acuerdo y lo que es congruente con mi sistema de valores. Para esto, fue fundamental definir y describir a detalle la clase de persona que aspiro a conquistar.
Otra de las cosas que me han aportado gran valor a mi vida es acercarme a lugares donde encuentre eco, me refiero a experiencias que estén en sintonía con lo que quiero y en lo que creo, para esto, la lectura me ha orientado en todo momento, a través de la lectura encontré nueva información que ha abierto mis horizontes sobre la vida. Sea cual sea tu decisión, si estas pensando o te encuentras en este proceso te recomiendo invertir tiempo en el gran hábito de la lectura.
La familia. Haz todo lo que este en tus manos por unificar a tu familia, invierte tu tiempo, apuestas a cada uno de tus miembros, respétalos, trata de no juzgarlos y motiva a cada uno de ellos a explotar sus talentos, enfócate en lo bueno. Sin duda esto ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Y si por alguna razón no te identificas tanto con tu familia, recuerda que una familia la constituye desde un miembro, y tu tienes el poder de crear una nueva familia.
En esta etapa en mi vida, me he encontrado con increíbles personas que a través de su historia de vida han sido guías en este proceso, recientemente leí que cada uno de nosotros tiene el poder de construir y forjar la familia que queremos.
Mis reglas de oro:
1. Medita. Atrévete a descubrir de la energía de la meditación, una de las herramientas más sanadoras. No te imagines del típico procedimiento para meditar; el tapete de yoga, un lugar aislado, sin ruido, ve más allá. Aprovecha cada oportunidad para contemplar lo grandioso de la vida.
2. Pruébate en escenarios desconocidos. Atreverte y salir de tu zona de confort, además de enfrentar tus miedos te da el valor de desenvolverte en nuevas arenas y dar nuevos pasos.
3. Eres lo que consumes. Tal cual, respeta tu cuerpo y haz todo lo posible por mantener un balance en tu estilo de vida.
4. Aprende a manejar el estrés. En estos tiempos, en donde la idea de alcanzar el éxito esta sobre valorada, hay muchos momentos en donde si no tienes cuidado, te jalara esa dinámica poco productiva de ir a toda costa por el ¨éxito¨, Me ha caído muy bien aceptar y respetar que cada uno de nosotros tiene una versión diferente de éxito, y justo ahí radica la paz y el poder de no dejarte presionar por la mala idea de que tienes que correr por alcanzar tus objetivos.
5. No siempre tienes que ganar, pero si tienes entrenar. Lo mayores momentos de aprendizaje y reconstrucción vienen de lo que entendemos o definimos por fracaso. Para mi es parte de vivir, arriesgarte y no quedarte con las ganas de hacer algo.
Con sinceridad,
Roberto.
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